¿Nos puedes explicar qué quiere decir esto de la RSE?
Es una manera de gestionar la empresa teniendo en cuenta otras cosas que no son sólo el beneficio económico. Pero curiosamente, las empresas más responsables son a las que las cosas les van mejor porque son más respetadas, más capaces de entender qué espera la sociedad.
No hablamos de filantropía sino de estilo de gestión de la empresa, no se trata sólo de hacer donativos. La empresa que avanza hacia la RSE entiende que ésta se ha de integrar en el día a día, en la forma de hacer empresa, en la forma de relacionarse, en la forma de crear valor.
Esto quiere decir temas ambientales como la ecoeficiencia, temas laborales como la conciliación de la vida laboral y familiar, temas sociales como la colaboración con entidades no lucrativas, temas de buen gobierno como la transparencia, o temas económicos como la compra de proximidad...
Las empresas que han integrado verdaderamente la RSE en su estrategia pretenden crear a la vez valor económico y social!
Tú escribes libros, haces cursos, pero sobre todo estás en contacto con muchas empresas. ¿Tú ves que ahora en plena crisis hay empresas que siguen haciendo esta apuesta?
Por supuesto. Recuerdo el propietario de una pyme catalana de 100 trabajadores que en 2008, cuando estábamos en el comienzo de la crisis, que en una jornada le preguntaron si ahora dejaría de realizar estas prácticas. Su respuesta fue contundente: si estas prácticas me han permitido desarrollar un modelo de empresa, con personas comprometidas, con una cultura y unos valores fuertes, con una capacidad de crear confianza a nuestro alrededor... ¿ahora que seguramente nos tendremos que arremangar más debería dejarlo? ¿Abandonar una de las patas que nos ha llevado al éxito? ¡Al contrario, ahora toca profundizar!
Pero son muchas o pocas las que toman este compromiso?
Depende de cómo lo miremos: si coges el 100 de las empresas, tendrás la sensación de que son pocas, no nos engañemos. Por otra parte, sería iluso pretender que el 100% sean socialmente responsables. Pero si tomamos sólo aquel 10-15% de las empresas más avanzadas -grandes o pequeñas- que han incorporado la mejora continua, que tienen una cultura interna más desarrollada y sensible, que están en camino de la excelencia, verás que estas han incorporado la RSE o están en camino de manera muy mayoritaria. Y eso es muy positivo: no encontrarás empresas mediocres que te hablen de RSE, pero en cambio las empresas más interesantes todas te hablan de ello.
Por supuesto en un compromiso de solidaridad como el de hoy con la Marató, son muchas más, todas las que quieran, las que pueden sumarse y quizá encuentren que es un primer paso para empezar a gestionar de manera más interiorizada la RSE. Pero aunque no sea así, nadie les podrá quitar ya la sensibilidad que han tenido con un gran evento ciudadano y con una necesidad social enorme.
Ojalá que, colaborando por ejemplo con una gran iniciativa ciudadana como la Marató por la Pobreza de Televisió de Catalunya, haya empresas que empiecen a reflexionar sobre cómo la actividad empresarial puede cambiar el mundo, en un sentido u otro, como podemos actuar aún con lo que nos enseñaron que la empresa sólo se debe a un único objetivo que es maximizar los beneficios, o cómo podemos repensar el modelo de empresa poniéndolo al servicio de las necesidades reales, lo que no quiere decir ser una ONG sino precisamente ganar dinero de una manera más sostenible.
¿Qué debería hacer una empresa para considerarse socialmente responsable?
No hablamos de empresas socialmente responsables sino de gestión de la RSE, porque no se trata de ser o no sino de integrarla como un proceso de mejora continua.
Lo primero que debería hacer una empresa es comprender bien qué impactos genera en su actividad. Y por extraño que parezca, no todas las empresas son conscientes, ni saben cuáles son las mejores prácticas para progresar. Por ello, el diálogo con grupos de interés -organizaciones expertas- puede ayudar a definir los mapas de riesgos y oportunidades, a trazar el camino...
En países pobres se han desarrollado prácticas de negocio socialmente responsables conocidas como de la Base de la Pirámide, dirigidas a los dos tercios de la población mundial que prácticamente no tienen capacidad adquisitiva. Se trata no de crear necesidades sino de satisfacer necesidades reales, negocios éticos que a la vez capaciten las personas y desarrollen las comunidades. Los microcréditos son un ejemplo que hemos conocido también aquí.
Ahora quizás se trata de que repensemos los modelos de negocio en nuestro país. Primero para hacerlos todos más sostenibles. Si la crisis no sirve ni para eso, mal vamos... Pero además, podemos desarrollar modelos de negocio para personas con poca capacidad adquisitiva, con criterios de negocio inclusivo. Debemos tomar conciencia de que no vivimos en jauja, y que cada vez hay más gente que quiere vivir de manera sostenible y más gente que necesita vivir con dignidad.
Sostenibilidad e inclusión son dos vectores que las empresas deberían aprender a incorporar.
Sostenibilidad e inclusión son dos vectores que las empresas deberían aprender a incorporar.
Recuerdo, por ejemplo, en Colombia, haber conocido hace unos pocos años, empresas que de manera secreta contrataban ex guerrilleros para facilitar su reintegración social. Ni el director general sabía quiénes eran, sólo el director de recursos humanos. Es una muestra de responsabilidad hacia un reto de la sociedad. Aquí en nuestro país, hace años que algunas empresas incorporan personas con discapacidades, o ahora más recientemente algunas incorporan mujeres que han sido víctimas de violencia. Ahora, además, tocaría asumir grandes compromisos en materia de lucha contra la pobreza, por el empleo, por la inclusión, por la cohesión.
¿En Cataluña, cómo estamos en RSE?
Habitualmente Cataluña es uno de los países del mundo donde se publican más informes de RS por parte de empresas, y a menudo muchas de pymes. Se está trabajando mucho en la línea de ser un referente global en el compromiso de las empresas en la gestión de la RSE.
El mes que viene, por ejemplo, 60 pymes catalanas más publicarán de manera voluntaria su primera memoria de RSE. Se trata de un programa piloto, llamado Transparencia, promovido por las Cámaras de Comercio y GRI, y 11 empresas grandes han propuesto a pymes de su cadena de abastecimiento que se inicien en este proceso, con un apoyo a medida.
En Cataluña, podemos ser un territorio socialmente responsable, tenemos empresas grandes, medianas, pequeñas, y también organizaciones sociales que están gestionando la RS, y por supuesto una ciudadanía absolutamente comprometida con el voluntariado, las asociaciones, con el país.
Donaré 114'20 euros a la "Marató per la Pobresa"
- 100 euros son lo que tenía previsto donar, y 14'20 corresponden a un peaje que no pagué
- Dado que supone un incumplimiento de la normativa, aportaremos una reflexión
- Ya se han tramitado 16.000 denuncias por negarse a pagar la tarifa de la autopista en una acción que no supone delito penal [continuar leyendo en el blog]